Caminando por
el abrupto sendero de las decisiones propias, de los pensamientos y la vida
comienzo a distinguir el significado de las cosas, ahora que el tiempo vuela a
mi alrededor siento como todo lo que he hecho, dicho o escrito me ha llevado a
ser como soy. Es ahora cuando sin más que dejando volar mi mente me viene a la
cabeza todo lo que tengo que agradecer a mi padre, por dejarme hacer y deshacer
a mi gusto, haciendo que asuma mis errores y sea responsable de mis actos, por
preocuparse de que sea una persona que sueña y que intenta hacer que los demás
sueñen, por enseñarme a ser animoso ante
los peligros y las dificultades y por enseñarme en definitiva a vivir de una
manera para que no me tenga que arrepentir de nada, y a mi madre por estar siempre concediendo sin
quejarse, dando sin esperar nada a cambio, repitiendo ante la falta de mi
responsabilidad que me ha hecho darme cuenta de que siempre me hizo falta y que
todavía me hacen falta , aunque no sea del mismo modo. Doy gracias a estos dos
grandes ejemplos de los que he aprendido a
juzgar por mi mismo lo que esta bien y lo que está mal, así como lo que
me conviene y lo que no, y en definitiva me han enseñado a ser un hombre.
De todo corazón gracias.