lunes, 3 de septiembre de 2012


Caminando por el abrupto sendero de las decisiones propias, de los pensamientos y la vida comienzo a distinguir el significado de las cosas, ahora que el tiempo vuela a mi alrededor siento como todo lo que he hecho, dicho o escrito me ha llevado a ser como soy. Es ahora cuando sin más que dejando volar mi mente me viene a la cabeza todo lo que tengo que agradecer a mi padre, por dejarme hacer y deshacer a mi gusto, haciendo que asuma mis errores y sea responsable de mis actos, por preocuparse de que sea una persona que sueña y que intenta hacer que los demás sueñen, por enseñarme a  ser animoso ante los peligros y las dificultades y por enseñarme en definitiva a vivir de una manera para que no me tenga que arrepentir de nada, y  a mi madre por estar siempre concediendo sin quejarse, dando sin esperar nada a cambio, repitiendo ante la falta de mi responsabilidad que me ha hecho darme cuenta de que siempre me hizo falta y que todavía me hacen falta , aunque no sea del mismo modo. Doy gracias a estos dos grandes ejemplos de los que he aprendido a  juzgar por mi mismo lo que esta bien y lo que está mal, así como lo que me conviene y lo que no, y en definitiva me han enseñado a ser un hombre.
De todo corazón gracias.