domingo, 26 de febrero de 2023

Este momento de la tarde
cuando está cayendo el sol,
pienso en tus ojos que arden 
cuando ya los miro yo.
Esa figura que se cubre
cuando ya llega el viento
es la misma que me aturde
cuando me saca del infierno.
Los días transcurren extraños
si en ellos no se de ti
y aunque pasaran mil años
te podría volver a escribir.
Tu y yo no nos sabíamos,
no éramos conscientes de ello,
pero al vernos sonreaímos 
y se nos llenaba el pecho.
Ahora pienso en la figura
de aquel día de febrero
cuando tú nariz roja y pura
anunciaba el cruel invierno.
Solo espero que esta tarde
cuando haya caído el sol
recibir sin más un mensaje
claro y fuerte de tu voz.

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